Hace tan solo unos meses, desde el Ministerio de Producción se tomó la decisión de eliminar el sistema de lucha antigranizo que por tanto tiempo ayudó a disminuir los efectos de una de las contingencias más dañinas, tanto para el sector rural como urbano. Fundamentando que era difícil de probar la eficiencia de aquel sistema, el gobierno determinó que todo ese dinero invertido se envíe a un Fondo Compensador para ejecutar un nuevo Seguro Agrícola (muy diferente al existente al anterior), el cual al día de la fecha deja más dudas que certezas.

El seguro promulgado por el ejecutivo, en primer lugar, no prevé una póliza únicamente contra helada, impidiendo que productores que ya han realizado inversiones significativas en sistemas de protección contra granizo mediante la colocación de malla, puedan optar por una alternativa de menor costo que cubra solo heladas. En segundo lugar la indemnización propuesta por este nuevo seguro sigue siendo insuficiente, pues en caso de sufrir contingencias severas, el cobro total del seguro no alcanzaría a cubrir ni el 50% de los costos de producción, tomando el informe sobre costos realizado por el INTA. Lo expuesto sumado al alto valor por hectárea que implica la contratación de la prima, los plazos de cobro tardíos en relación a los tiempos agrícolas y el aumento de probabilidades de sufrir contingencias por eliminar el sistema de prevención mencionado; hacen de dicha herramienta una solución insuficiente para nuestra agricultura.

Si bien es entendible que el gobierno busque mediante esta herramienta encontrar una solución urgente frente a una decisión tomada, para muchos apresurada, sobre la lucha antigranizo tradicional; es importante que una propuesta de esta envergadura cuente con un diagnóstico acertado, reglas claras de aplicación y condiciones acordes a la realidad de los supuestos beneficiarios-clientes.  Y sabiendo que al día de hoy, desconociendo cuánto es el dinero invertido, cuánto será el porcentaje real cubierto por la prima y la forma utilizada para el cálculo de riesgo-beneficio,  es difícil asegurar que dicho seguro pueda tener éxito entre los productores agropecuarios.

Por ello, entendiendo la voluntad del gobierno de buscar soluciones acordes a la necesidad a cubrir y considerando que los productores están recibiendo notificaciones confusas con boletas de pago incluidas; desde la Asociación de Viñateros de Mendoza se hace un llamado a los responsables de dicha herramienta para que revisen y ajusten la propuesta, considerando las realidades y necesidades específicas de los productores vitivinícolas que permitan tener CLARIDAD en la implementación del nuevo seguro agrícola.